Cabecera

Cabecera

lunes, 12 de junio de 2017

La gran orquesta del mundo

La gran orquesta del mundo

El mirlo calla su canto, la torcaza no zurea y el grillo busca discreto su localidad habitual. No corre la ardilla ni vuela el cernícalo. Todos miran al cielo cuando el telón pardo de nubes apaga las últimas estrellas. Ya en el horizonte  lucen los relámpagos para enmarcar el escenario. El Gran Director toma la  batuta, la mueve con rapidez y un rayo cruza el aire. Es la señal que dá comienzo al gran nocturno. El trueno, percusión, obedece la  orden y el estruendo de los bombos es seguido de inmediato por el viento del sur: cálido oboe, trompa grave, silba el clarinete. Acompaña la sección de cuerdas: Vibra la rama del fresno, murmullan las hojas del abedurl,  Puntean un pizzicato las agujas en viola de gamba y pino. Vuelve la percusión esta vez en sonido de marimba de lluvia que golpea incesante el agua del río fundiéndose en su caudal para acariciar las rocas con acordes de arpa. Rompe la armonía la disonancia de una flauta travesera. Es el zumbido incesante del maldito mosquito que no me deja dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario